Una respuesta poco elaborada pero rápida a la pregunta de cuánto contaminan los aviones sería un simple “mucho”, ya que este medio de transporte es, sin lugar a dudas, el que más emisiones contaminantes lanza a la atmósfera, situándose por encima del automóvil, el barco y el tren.
Pero si nos atenemos a las cifras, esta afirmación resulta aún más clara porque el avión emite hasta 391 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro, lo que supone una contaminación 50 veces superior a la del tren. Y eso no es todo, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), aproximadamente el 2% de las emisiones mundiales de carbono del planeta se deben a la aviación, lo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que un vuelo que recorra el trayecto desde Londres (Reino Unido) hasta Nueva York (Estados Unidos) emitirá unas 0,67 toneladas de CO2 por cada pasajero, según detalla la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Un problema creciente
El hecho de que la aviación sea el medio de transporte que más contamina conlleva que el problema irá en aumento, ya que la citada IATA predice que el número de pasajeros actual se duplicará en 2037, llegando hasta los 8.200 millones al año.
Esta predicción no viene sino a corroborar los últimos datos publicados por la Unión Europea, que cifran en un 4,9% el crecimiento interanual de las emisiones de CO2 de los aviones comerciales. Además, los registros de Transport & Environment aportan más luz sobre esta tendencia, ya que muestran que el incremento del dióxido de carbono expulsado a la atmósfera ha crecido un 26% en el último lustro.
La Agencia Europea del Medio Ambiente se remonta más en el tiempo y en un informe reveló que entre los años 1990 y 2014, las emisiones de CO2 de la aviación aumentaron en el Viejo Continente hasta un 80%. Además, las de dióxido de nitrógeno llegaron a doblarse en ese mismo intervalo de tiempo.
Eso sí, el, informe va más allá al señalar que si no se toman las medidas necesarias para frenar tal tendencia, las emisiones de dióxido de carbono se incrementarán un 45% en el periodo que va de 2015 a 2035, mientras que las de nitrógeno lo harán un 43%. Obviamente, estos datos se antojan totalmente contrarios a lo que la comunidad internacional demanda para frenar el cambio climático.
Además, hay que tener en cuenta las palabras de Eloise Marais, del Grupo de Composición Atmosférica de la Universidad de Leicester (Reino Unido), experta que aseguró en la BBC que “el efecto climático de las emisiones distintas del CO2 de la aviación es mucho mayor que el equivalente de otros medios de transporte. Estos gases de efecto invernadero no CO2 formados en altitudes más elevadas persisten por más tiempo que los formados en la superficie y también tienen un potencial de calentamiento más fuerte”.
Los países que más contaminan
Al igual que ocurre con otros agentes contaminantes, Estados Unidos y China encabezan una lista realizada por el International Council on Clean Transportation, ya que a su poderío económico se unen una gran extensión de terreno y una población elevada.
Este mismo organismo considera que los aviones liberaron el 2,48% del dióxido de carbono mundial. Y al igual que en los datos expuestos anteriormente, el International Council on Clean Transportation asegura que entre 2013 y 2018 han aumentado un 32% las emisiones de gases contaminantes y un 20% los vuelos comerciales.