LDW son las siglas de “Line Departure Warning”, es decir, alerta de cambio involuntario de carril. Se trata de un sistema de seguridad que incluyen la mayoría de los coches actuales para evitar que una distracción del conductor desemboque en un grave accidente.
Hoy en día, los fabricantes de vehículos incorporan novedosos sistemas de seguridad para conseguir que la conducción sea cada vez más fiable. Entre ellos, se encuentra el detector de cambio de carril o LDW cuyo objetivo es analizar las marcas viales de la carretera para avisar al conductor en caso de que el coche se salga de la vía de forma precipitada.
Esta funcionalidad se engloba dentro de los sistemas ADAS (Advanced Driver Assitance Systems) que significa Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción. Como su propio nombre indica, se trata de tecnologías que sirven de ayuda durante los desplazamientos. Tal es su importancia que la Unión Europea pretende que, a partir del año 2022, todos los coches nuevos incorporen de serie obligatoriamente algunos de estos asistentes electrónicos.
¿Cómo funciona el detector de cambio involuntario de carril?
El sistema LDW es un asistente que pretende evitar las peligrosas situaciones que se originan durante los trayectos como consecuencia de las distracciones provocadas por el sueño, el cansancio o una escasa atención. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), durante 2020 se registraron 380 fallecimientos debido a la salida de vehículos de la vía.
Para cumplir su objetivo, esta tecnología se basa en los siguientes puntos:
El vehículo incorpora una cámara que se encarga de detectar las líneas que delimitan el carril en una distancia delantera que puede llegar hasta los 100 metros, ya sean continuas o discontinuas. Asimismo, también controla la posición del coche dentro de este recorrido.
En caso de que el vehículo se salga de una de estas marcas sin haber encendido el intermitente, el sistema avisa al conductor a través de una señal sonora, luminosa en el cuadro de instrumentos o en forma de vibración en el volante o el asiento.
Si el vehículo cuenta también con el sistema de mantenimiento de carril, gracias a este asistente se consigue corregir la trayectoria del coche de forma automática a través de la dirección y los frenos.
¿El sistema LDW funciona en cualquier situación?
El detector de cambio de carril es uno de los sistemas ADAS más básico, por lo que en la actualidad lo incluyen la mayoría de los nuevos modelos. No obstante, se debe tener en cuenta que este asistente solamente emite un aviso cuando el coche cruza una línea. Esto significa que el conductor no percibe ninguna alerta cuando se mueve con una marca entre las ruedas.
En el supuesto de que no existan rayas viales o estén muy desgastadas, el sistema LDW puede fallar. En esta situación, cualquier movimiento del vehículo puede ser interpretado como una salida involuntaria del carril, ya que la cámara o los detectores no son capaces de controlar con exactitud las delimitaciones del asfalto.
Lo mismo ocurre cuando la carretera está cubierta de hielo, nieve o barro, así como cuando se circula a baja velocidad. De hecho, en este último caso, el asistente no suele activarse hasta que no se alcanzan los 60 kilómetros por hora como mínimo.